Muchas veces nos encontramos en un bar, tomando unas cervezas con amigos de toda la vida o con nuevos conocidos y toca contar chistes. En este grupo está una chica guapa y risueña que nos tiene encandilados.
Una manera de conseguir unos puntitos extras de
valor social sería contar algún que otro chiste que hiciera reir al personal (o por lo menos a nosotros mismos, mostrándonos como una persona abierta y sin miedo al ridículo).
A mí me cuentan un chiste y al cabo de los dos minutos se me olvida, ¿y a vosotros?
Ahí van
25 chistes, de esos cortitos que puedes contar uno tras otro, y, al decimotercero conseguir la sonrisa de más de uno. Nunca probé a practicar contar chistes en soledad, pero yo os lo recomiendo. Tal vez lo haga este finde jeje.
(Si alguno quiere practicar delante de la cámara le animo a ello, que nos mande el vídeo saludando y diciendo que él si se atrevió a contar un chiste a videotecaseducción. Será premiado con una foto de una tía en bolas xD).