Miradas

¿Cómo debe comportarse la mirada cuando una chica te ve? ¿Hay que sostenerla hasta que ella la corte? ¿Si es una mirada en silencio y dulce conviene mantenerla? ¿No manifiesta esto un exceso de interés? ¿Y retirarla no manifiesta un exceso de timidez?

El tema de las miradas es muy interesante de analizar porque es mucho más complejo de lo que pueda parecer a simple vista. Antes de nada es importante que entiendas que no hay UNA regla, porque depende todo del contexto y en función de ello habrá que actuar de una forma u otra.

En general, si una chica nos mira y nos cruzamos la mirada, deberíamos mantener la mirada hasta que ella aparte la suya. Pero la forma en la que miramos, la frecuencia con la que lo hacemos y el hacerlo acompañado o no de una sonrisa es lo que varía en función de cada situación y son detalles clave para que la interacción esté a nuestro favor o no.

También es importante entender que no es lo mismo que las miradas se crucen accidentalmente, que el hecho de que ella se dé cuenta de que llevábamos un rato mirando. Así que voy a enumerar algunos principios que hay que tener en la cabeza:

1. Apartar la mirada es síntoma de sumisión. Mantenerla es símbolo de liderazgo. Por eso, en principio nos va a interesar mantener la mirada.
2. Sonreír implica falta de agresividad. La risa es un símbolo de “tener ganas de llevarnos bien” con la otra persona. Es decir que mantener la mirada genera tensión, pero sonreír la libera. Por eso en muchos casos deberemos acompañar la mirada de una sonrisa, aunque no siempre.
3. Lo normal es mirar mientras fijamente mientras escuchamos e intermitentemente mientras hablamos. Si miramos fijamente mientras estamos hablando eso añade tensión a la interacción. Lo cual no tiene por qué ser malo. Todo depende de la chica y el contexto.
4. No es lo mismo mirar a una chica que está conversando con nosotros, que hacerlo con una chica que está a cierta distancia y con la que aún no hemos hablado o iniciado una interacción. En el segundo caso, tendremos que prestar más atención a la cantidad de miradas que “lanzamos”, porque mirar con mucha frecuencia muestra necesidad y nos hace ser percibidos como personas poco atractivas.

Teniendo esto en cuenta, según cada situación tendremos que elegir cuánta tensión/liderazgo queremos proyectar. Si la chica, por ejemplo, es muy tímida, será MUY importante sonreír cuando miremos fijamente, y mirar con un poco menos de tensión e insistencia a como lo haríamos con una chica normal. Si la chica, por el contrario es una mujer muy segura de sí misma y con una actitud más dura, tendremos que prestar atención a mirar muy fijamente y no dejarnos intimidar por su mirada, incluso cuando seamos nosotros los que estamos hablando. En este caso, deberemos proyectar lo contrario: valor para sostener la mirada.

Posted in: Consultorio de Álvaro Tineo