¿Obsesión?

¿Estar siempre leyendo y obsesionado con la seducción, pensando a todas horas qué tengo que decir y hacer y leyendo siempre material nuevo daña tu Juego Interno? Es que esto para mí es como una droga y algunas veces creo que me perjudica en vez de que me beneficia.

Cuando algo importante en nuestra vida no va bien, es lógico que nuestro cerebro le dé más importancia de la debida y que lo tenga como una prioridad. Eso se convierte en obsesión cuando nos impide realizar el resto de nuestras funciones vitales importantes, cuando nos aísla del mundo que nos rodea o cuando nos desequilibra el resto de áreas de nuestro día a día. En ese punto, la necesidad nos desborda y será más importante superar esa “necesidad” que arreglar el problema en sí.

Pero normalmente, cuando los hombres empezamos a leer libros sobre cómo convertirnos en personas atractivas para tener una relación sana y plena con las mujeres… lo que ocurre es que, como he dicho al principio, nuestro cerebro lo ve como una prioridad.

Aunque hay pocas cosas más importantes en la vida que tener una relación sana y feliz con las mujeres y personas importantes para nosotros, creo que es bueno tener en cuenta varios puntos importantes a la hora de afrontar nuestro crecimiento en esta área:

1. Céntrate en ti, y no en los resultados. Todo lo que persigue un resultado externo a corto plazo alimenta la ansiedad, lo que se centra en procesos internos de mejora, da paz a nuestra vida. Es decir, que en vez de en “ligar”, es mucho mejor centrarse en mejorar nuestras habilidades sociales, vencer nuestros miedos, o aprender a entender el sexo opuesto. Trabaja tu habilidad, teniendo fe en que eso generará resultados positivos en tu vida, a largo plazo.
2. Trabaja la necesidad y el miedo en todo momento. Todo tu trabajo debe ser un equilibrio entre superar el miedo y la necesidad. El miedo es lo que te frena a la hora de hacer algo que deberías estar haciendo. La necesidad es lo que te fuerza a realizar acciones que no deberías estar haciendo. Se trata de encontrar un equilibrio en el que no tengas miedo de hacer lo que te nazca y lo que tu esencia como hombre te sugiera… pero que, al mismo tiempo, no tengas necesidad de resultados concretos y estés tranquilo, sea cual sea el nivel de éxito que tengas en ese momento. Al igual que cuando vamos al gimnasio, hay que tener fe en los cambios a largo plazo y no estar obsesionado en que “hoy” tengamos más o menos músculos.
3. Intenta darle la máxima connotación natural y evolutiva a tu comportamiento. Cuanto más rescates la parte natural, instintiva, sana e interior que hay en tus acciones, mejor. Es mucho mejor pensar en una meta interna, como es ser un buen conversador y utilizar la información que tu cerebro te ofrece naturalmente… que intentar decir frases o rutinas enlatadas que te encorseten. Es mucho más útil entender los principios profundos que explican por qué una mujer siente atracción por un hombre, que intentar aprender métodos efectistas para tener éxito. Y es bastante mejor pensar en cuidar a las personas (especialmente las mujeres) o ser un buen líder, que en saber aplicar el “valor”, el “romance” o los negas. Dale a tu trabajo una dimensión humana, natural, NORMAL y lo más espontánea posible.
4. Cuando leas, lee poco a poco y dale tiempo a tu cabeza para procesar la información. Lee un poco, y practica hasta asentarlo. Y no pases a leer lo siguiente hasta que no domines lo anterior, porque si no, tu cerebro se saturará y te hará sentir mucha frustración y ansiedad. Tómatelo con calma. Ve poco a poco y ten fe en el cambio a largo plazo.

Posted in: Consultorio de Álvaro Tineo